Wall Street cerró con máximos históricos en la semana, aún pese a las oscilaciones y las dudas con respecto al crecimiento económico de los Estados Unidos, aún con la incertidumbre sobre la recuperación económica causada por la pandemia del covid-19.
ESTADOS UNIDOS.- El corazón financiero de los Estados Unidos, el Wall Street cerró con máximos históricos en la semana, aún pese a las oscilaciones y las dudas con respecto al crecimiento económico de los Estados Unidos y la incertidumbre sobre la recuperación económica causada por la pandemia del coronavirus.
El rebote del viernes permitió a los tres indicadores borrar sus pérdidas registradas, especialmente en la víspera: el Dow Jones de Industriales acumula una subida semanal del 0,24 %; el S&P 500 del 0,40 % y el Nasdaq del 0,43 %.
Por contra, en las plazas europeas predominaron las pérdidas: Madrid ha cedido el 1,47 %; Milán el 0,91 %; el índice Euro Stoxx 50 el 0,41 %; París el 0,36 % y Londres el 0,02 %. Solo ha subido Fráncfort, el 0,24 %.
El parqué neoyorquino vivió una semana corta -el lunes fue el festivo por el Día de la Independencia en EE.UU.- en la que la falta de liquidez en el mercado contribuyó a las turbulencias y también hubo compras de pánico, según los expertos.
Tras un par de días de calma con récords del S&P 500 y el Nasdaq, alimentados por las reafirmaciones de la Reserva Federal sobre la inflación transitoria, Wall Street vivió un tira y afloja centrado en las perspectivas de futuro.
Los inversores se contagiaron de pesimismo al conocer los datos de la última encuesta de ISM sobre el sector servicios, que reflejó dificultades en la contratación de trabajadores y la provisión de suministros.
Y bajo la sombra de un posible enfriamiento económico, tampoco fue bien recibido el aumento semanal en el número de solicitudes por desempleo, que se situaron en 373.000, por encima de lo esperado.
A eso se sumó la preocupación por el aumento de los contagios de covid-19 en otras partes del mundo debido a la propagación de la variante delta y por las repercusiones para el turismo global.
Los mercados financieros se han puesto nerviosos esta semana al aumentar la incertidumbre por la nueva variante de covid obstaculizando la actividad global y la idea de que la falta de suministro podría impedir el crecimiento económico", explicaron analistas de Wells Fargo.
"Seguimos creyendo que los factores impulsores de la recuperación económica permanecen intactos y proyectamos un robusto ritmo de crecimiento por encima de los consensos hasta el año que viene a medida que se alivien los problemas de suministro", agregaron.
Así, los inversores parecieron olvidar las preocupaciones y aprovechar para comprar acciones a precio barato el viernes, con la vista ya puesta en la temporada de resultados trimestrales que comienza el martes, encabezada por los mayores bancos del país.
Tampoco parecieron desanimarse con el decreto presentado por el presidente Joe Biden para limitar el poder de oligopolios de diferentes sectores, como las farmacéuticas o las tecnológicas, aunque Amazon sí se resintió, bajando hoy un 0,32 %.
En el mercado de deuda, la aversión al riesgo hizo caer la rentabilidad del bono del Tesoro a 10 años al 1,255 % el jueves por la mañana, un mínimo no visto desde febrero, pero terminó repuntando hasta el 1,36 % y levantando al sector financiero.
En cuanto al mercado de petróleo, se vio afectado por la falta de consenso de la OPEP+ sobre los niveles de producción para los próximos meses y el temor a incrementos unilaterales de su suministro por parte de sus miembros.
El barril de Texas sufrió un revés del que no se ha recuperado en el acumulado semanal, pese al descenso continuado en las reservas de EE.UU. que ha influido positivamente en el precio, y cierra con una pérdida de valor del 0,77 %.