La aerolínea tradicional enfrenta un aumento en quejas por problemas de pago mientras deja atrás las negativas a la entrega del servicio
MÉXICO.- Aeroméxico, una de las principales aerolíneas tradicionales de México, ha visto un incremento en el número de quejas presentadas por los viajeros en el Buró Comercial de la Profeco.
Según datos recopilados, al cierre del año 2022, la compañía había acumulado un total de 2,200 quejas ante esta entidad reguladora.
Sin embargo, en lo que va del año 2023, hasta el 31 de agosto, ya ha registrado 1,369 quejas adicionales, lo que plantea interrogantes sobre la satisfacción de sus pasajeros.
Uno de los aspectos más notables de esta tendencia es el cambio en los motivos de reclamación presentados por los usuarios.
Mientras que en años anteriores, las negativas a la entrega del producto o servicio eran una de las principales preocupaciones de los pasajeros, esta queja ha sido eliminada del listado de problemas. En cambio, ha surgido una nueva preocupación: problemas al efectuar el pago y acreditar la compra.
Esta modificación en la lista de quejas refleja posibles desafíos en la gestión de pagos y transacciones por parte de la aerolínea. Los pasajeros parecen encontrarse con dificultades al realizar sus pagos o al recibir confirmaciones de compra, lo que ha llevado a un aumento significativo en las quejas en esta categoría.
A pesar de estas preocupaciones, es importante destacar que Aeroméxico no es una aerolínea de bajo costo como Vivaaerobus o Volaris, que suelen ofrecer tarifas más económicas a cambio de la eliminación de algunos servicios o la facturación adicional por estos servicios.
Sin embargo, a pesar de su posición como aerolínea tradicional, se encuentra en el cuarto lugar entre las empresas con más quejas en el Buró Comercial de la Profeco.
Para abordar estas inquietudes, Aeroméxico deberá centrarse en mejorar su proceso de pago y acreditación de compras, además de seguir trabajando en la satisfacción del cliente para evitar un aumento continuo en el número de quejas.
Esta situación pone de manifiesto la importancia de mantener altos estándares de calidad y servicio en la industria de la aviación, independientemente del modelo de negocio de la aerolínea.