No basta con identificar qué es un gasto hormiga o vampiro y cómo reducirlo, también hay que detectar esas costumbres que resultan ser la raíz de nuestros problemas financieros.
MÉXICO.- La administración del dinero es clave en la época en la que vivimos, pues luego de ser golpeados por la pandemia del coronavirus, el ahorro se convirtió en algo clave para nuestra economía financiera; sin embargo, hay algo que hemos pasado por alto y son los malos hábitos que tenemos para administrar nuestro dinero.
En un artículo publicado por Forbes se señala que no basta con identificar qué son los gastos hormiga o vampiro y cómo reducirlos, sino detectar esas costumbres que resultan ser la raíz de nuestros problemas financieros.
- 1.- Tarjeta de crédito como dinero extra.
Tu tarjeta de crédito no es dinero extra en tu bolsillo, es un medio de financiamiento. Todo lo que compres con ella tendrás que pagarlo de vuelta, y en ocasiones, con costo extra. Si utilizas el plástico a fin de mes para sobrevivir: haces algo mal.
Pues poco a poco vas gastando más de lo que ganas, que tiene un efecto de “bola de nieve” que incrementa tu deuda y absorbe tu ingreso.
- 2.- Tu ingreso dura pocos días en tus manos.
Si frecuentemente te quedas sin dinero a los pocos días de recibirlo, o sobrevives con una cantidad mínima, es una clara señal de que algo está mal en tus finanzas.
- 3.- Ayuda para pagar tus gastos
Si tu ingreso dura pocos días y necesitas que tu familia, amigos o gente cercana te ayude a cubrir tus gastos de forma recurrente, indica que tienes un mal manejo de tus recursos.
- 4.- Emergencia seria tu apocalipsis financiero.
Así es, piensa qué harías si tuvieses un accidente o una emergencia. Si el pago de los gastos con un imprevisto sería el responsable del colapso de tus finanzas, entonces tienes que cambiar urgentemente la manera en la que te administras.
- 5.- Cero metas financieras.
El peor de los hábitos es no establecer un objetivo sobre lo que quieres lograr con tu dinero, pues no tendrás razón alguna para cambiar. Por tanto, elige una meta y trabaja tus finanzas alrededor de ella.