Por un lado, la ausencia de tarjetas de crédito puede obstaculizar el establecimiento de un historial crediticio sólido, un factor determinante al momento de acceder a préstamos importantes, como hipotecas o préstamos para vehículos
MÉXICO.- En el mundo actual, donde el acceso al crédito es fundamental para diversas transacciones financieras, surge la pregunta recurrente:
¿Cuántas tarjetas de crédito es recomendable tener? Esta interrogante, planteada en un breve análisis de Manuel Wigueras, experto en finanzas, y despierta la reflexión sobre la gestión financiera personal.
La respuesta a esta pregunta no es tan sencilla como parece. Por un lado, la ausencia de tarjetas de crédito puede obstaculizar el establecimiento de un historial crediticio sólido, un factor determinante al momento de acceder a préstamos importantes, como hipotecas o préstamos para vehículos.
Por otro lado, la acumulación excesiva de tarjetas puede llevar a complicaciones logísticas y financieras, desde múltiples fechas de pago hasta el riesgo de endeudamiento excesivo.
Es crucial encontrar un equilibrio entre estas dos situaciones extremas. Algunos expertos sugieren comenzar con una o dos tarjetas de crédito, utilizando cada una de manera responsable y pagando los saldos a tiempo para evitar intereses exorbitantes.
A medida que se adquiere experiencia y se establece un historial crediticio favorable, es posible solicitar tarjetas adicionales, siempre evaluando las condiciones y beneficios que ofrecen, como límites de crédito más altos o programas de recompensas.
La gestión adecuada de múltiples tarjetas de crédito implica una planificación meticulosa. Es fundamental llevar un registro detallado de las fechas de corte, fechas de pago y condiciones asociadas a cada tarjeta para evitar cargos por pagos tardíos o incumplimientos.
Además, se recomienda revisar periódicamente las condiciones de todas las tarjetas en uso y cancelar aquellas que no aporten beneficios significativos o que impongan cargos excesivos.
En última instancia, la cantidad de tarjetas de crédito que una persona debe poseer depende de su situación financiera individual, sus necesidades y su capacidad para gestionarlas de manera responsable.
No existe un número universalmente válido, sino que cada individuo debe evaluar cuidadosamente sus circunstancias y tomar decisiones informadas sobre la cantidad de tarjetas que mejor se adapten a sus objetivos y estilo de vida.
Ante la complejidad de esta decisión, es recomendable buscar asesoramiento financiero personalizado y educarse sobre las mejores prácticas para el manejo de tarjetas de crédito.
De esta manera, se puede aprovechar al máximo los beneficios que ofrecen estas herramientas financieras, mientras se minimizan los riesgos asociados.