Entendiendo los desafíos de la planificación financiera a largo plazo
MÉXICO.- El ahorro es una tarea que va en contra de nuestros instintos más básicos como seres humanos. Nuestro cerebro está programado para buscar recompensas inmediatas, lo cual afecta nuestras decisiones financieras y dificulta la capacidad de ahorrar.
A continuación, exploraremos algunos de los aspectos fundamentales que determinan nuestra poca inclinación hacia el ahorro y cómo superarlos.
Precondicionamiento hacia la recompensa inmediata: El impulso de obtener gratificación de forma inmediata nos lleva a realizar compras impulsivas y a tomar decisiones financieras que no son racionales. El ahorro implica visualizar recompensas a largo plazo, lo cual es difícil para muchas personas.
La satisfacción inmediata tiende a prevalecer, aunque no sea lo más beneficioso a largo plazo. Para superar esto, es necesario desarrollar la capacidad de resistir los impulsos y priorizar metas financieras a largo plazo sobre las gratificaciones inmediatas.
Limitada capacidad de valorar beneficios futuros: Tendemos a dar mayor peso a los beneficios que se ven en el corto plazo en lugar de los beneficios futuros.
Este fenómeno se conoce como descuentos hiperbólicos intertemporales. A menudo subestimamos los beneficios a largo plazo, incluso si implican un mayor rendimiento financiero. Para superar esta limitación, es importante tomar conciencia de los beneficios a largo plazo y comprender su verdadero valor.
La educación financiera puede ayudar a desarrollar una perspectiva más sólida sobre la importancia de los beneficios futuros.
Disponibilidad de mecanismos de gasto frente a mecanismos de ahorro: Los sistemas y plataformas diseñados para el consumo son más accesibles y eficientes que aquellos orientados al ahorro. Gastar dinero es fácil y rápido, mientras que ahorrar requiere tomar decisiones más complejas y analizar diferentes opciones.
Es responsabilidad del sector financiero facilitar y promover mecanismos simplificados de ahorro para reducir la complejidad y hacer que el ahorro sea más accesible. Los individuos también pueden buscar herramientas y aplicaciones financieras que les ayuden a automatizar el proceso de ahorro y simplificar la toma de decisiones.
Para mejorar la planificación financiera y el bienestar financiero futuro, es fundamental aprender a moderar los impulsos de gratificación inmediata, adquirir conocimientos básicos de educación financiera y matemáticas, corrigiendo así la percepción del tiempo, y utilizar mecanismos sencillos que faciliten el ahorro.
Estos pasos nos permitirán superar los obstáculos conductuales y comenzar a construir una base sólida para nuestras finanzas personales y el futuro de nuestras familias.