La Profeco ha destacado la importancia de contar con conocimientos básicos y experiencia en el sector, ya que la falta de ellos puede resultar en costos monetarios y de sueño.
MÉXICO.- En el camino hacia la realización de uno de los sueños más grandes, la compra de una casa propia, es importante tener en cuenta diversos aspectos para asegurar que la elección sea acorde a las posibilidades financieras y cumpla con las expectativas.
Adquirir una casa usada puede ser una opción atractiva debido a su ubicación y precio, pero es esencial evaluar todos los aspectos mencionados y contar con el respaldo de expertos para realizar una compra segura y satisfactoria. | especial
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha destacado la importancia de contar con conocimientos básicos y experiencia en el sector, ya que la falta de ellos puede resultar en costos monetarios y de sueño.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) basados en la Encuesta Nacional de Vivienda (ENVI) de 2014, la mayoría de las personas adquiere viviendas usadas (57.5%), en comparación con las nuevas (42.5%).
Una de las razones principales por las que algunas personas eligen una vivienda usada es su ubicación. Según expertos, estas viviendas suelen estar ubicadas en zonas céntricas que ya están habitadas, lo que les brinda una excelente ubicación. En estas áreas, las casas tienen una amplia variedad de servicios cercanos, lo cual es una gran ventaja.
Además, el precio también es un factor atractivo al considerar una casa usada, ya que puede ser hasta un 30% más económica que una nueva.
Para determinar el valor real de una casa o departamento, es recomendable contar con la ayuda de un perito valuador acreditado ante la Sociedad Hipotecaria Financiera.
Este profesional analizará diversos aspectos de la propiedad, como la ubicación, los precios del mercado, el tipo de construcción, las mejoras realizadas, la antigüedad, entre otros.
Sin embargo, es importante tener en cuenta algunas desventajas de una casa usada. Los gastos de remodelación pueden ser un factor a considerar, ya que es posible que se requiera invertir en reparaciones eléctricas, de drenaje, entre otras. Por esta razón, se recomienda no adquirir casas con una antigüedad de más de 30 años.
Además, es posible que en una casa usada no se descubran a simple vista vicios ocultos, lo que puede convertirse en un problema posterior. También es posible que la casa no cuente con elementos modernos en cuanto a los materiales utilizados en su construcción.
La Profeco ha destacado varios puntos a evaluar al considerar la compra de una casa usada. Estos incluyen la ubicación, la cual debe contar con servicios cercanos y un buen acceso a las principales vialidades.
También se debe evaluar el estado físico de la casa, prestando atención a los servicios públicos, como agua, alumbrado, electricidad y línea telefónica. Es recomendable preferir viviendas con estacionamiento, techos impermeabilizados, sin humedades y con pisos y acabados de calidad.
En cuanto a la situación legal, la vivienda debe contar con licencia de uso de suelo y los pagos de predial y agua deben estar al corriente.
Es importante revisar y verificar los documentos legales junto con un especialista en bienes raíces, incluyendo la identificación oficial del vendedor, el título de propiedad o escritura notarial inscrita en el Registro Público de la Propiedad, información sobre las dimensiones del terreno, el nombre del propietario y el régimen bajo el cual se adquirió la propiedad. También se debe revisar si existen adeudos respecto al gravamen, el predial y los servicios de la casa.
Una vez que se han considerado estos puntos y se ha elegido la vivienda, es necesario formalizar la compra a través de un contrato de compra-venta. Este documento debe incluir el precio acordado, el objeto de la compra y el consentimiento tanto del propietario como del comprador. Con el contrato, el vendedor retira la propiedad del mercado y se congela el precio acordado.
Posteriormente, se debe realizar un avalúo a cargo de un perito valuador certificado para acceder a un crédito y registrar el valor comercial del inmueble.
Una vez completados estos trámites, se procede a formalizar la compra ante un notario para que las escrituras queden a nombre del comprador. El vendedor deberá presentar la escritura previa inscrita en el Registro Público de la Propiedad, las boletas pagadas de predial y agua de los últimos cinco años, y en caso de estar casado, el acta de matrimonio.
Es importante tener precaución al realizar tratos directos y considerar la contratación de un agente inmobiliario, ya que brinda seguridad al conocer al vendedor y puede ofrecer distintas opciones que ahorran tiempo, dinero y esfuerzo al comprador.
Adquirir una casa usada puede ser una opción atractiva debido a su ubicación y precio, pero es esencial evaluar todos los aspectos mencionados y contar con el respaldo de expertos para realizar una compra segura y satisfactoria.
Fuente: Profeco, Inegi y Envi