Mientras uno se deleita en la gratificación instantánea, el otro opta por sembrar para cosechar beneficios a largo plazo
MÉXICO.- En una conversación cotidiana entre conocidos, se revelan distintas estrategias financieras al discutir cómo usar la devolución de impuestos.
Mientras uno se deleita en la gratificación instantánea, el otro opta por sembrar para cosechar beneficios a largo plazo.
Dos amigos, identificados como Rico y Gastalón, comparten sus planes sobre el uso de sus devoluciones de impuestos.
Rico: "¡Chécate la belleza por la que acabo de dar el enganche gracias a la devolución de impuestos! Porsche me lo va a entregar en una o dos semanas, no puedo esperar a ver la cara de la jefa cuando me vea llegar en esa nave."
Gastalón: "Felicidades, veo que aprendiste a declarar tus deducciones personales, ¡por supuesto! Papi no le va a andar pagando dinero de más al SAD."
Rico: "Y tú, ¿qué te compraste? Tu devolución de impuestos debió de estar jugosa, ¿eh?"
Gastalón: "No me quejo. Pero lo único que hice fue meter la mitad a un fondo indexado. Ya sabes, para acumular las ventajas de invertir en un PPR, y el resto lo metí al F comiso de mis hijos."
Rico: "No te estás olvidando de vivir, ¿eh? No sabes que la vida solo es una."
Gastalón: "Claro, por eso mi presupuesto anual incluye tres viajes con toda la familia, un concierto todos los meses, y cinco perros, que créeme, no son nada baratos de alimentar. Pero cada quien sus prioridades."
Esta breve conversación ejemplifica la divergencia entre el enfoque de consumo inmediato y la planificación financiera a largo plazo, destacando la importancia de la educación financiera en la toma de decisiones monetarias.
Mientras Rico disfruta del lujo instantáneo, Gastalón opta por sembrar las semillas de la estabilidad financiera futura.