Plataformas de tecnología financiera se convierten en opciones atractivas para inversores, pero especialistas advierten sobre la importancia de la diversificación y la precaución ante los riesgos
MÉXICO.- En el constante afán por mejorar la situación financiera personal, la búsqueda de fuentes adicionales de ingresos ha llevado a muchos individuos a explorar nuevas oportunidades.
En esta línea, las plataformas de tecnología financiera emergentes han brindado una nueva opción en forma de financiamiento colectivo o crowdfunding.
Este enfoque, que reúne a prestamistas e inversionistas a través de entornos digitales, ha suscitado el interés de aquellos que buscan aumentar sus ingresos o alcanzar sus metas financieras.
Estas plataformas de financiamiento colectivo operan bajo el paraguas de las Instituciones de Financiamiento Colectivo (IFC), entidades que facilitan la conexión entre deudores e inversionistas mediante el uso de algoritmos de inteligencia artificial para evaluar a los solicitantes.
Según el Banco de México, estas instituciones se rigen por la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera, también conocida como Ley fintech, lo que proporciona un marco regulatorio para garantizar la transparencia y la protección de los intereses de los involucrados.
En este contexto, la Encuesta Nacional de Inversionistas realizada por Doopla, una de estas plataformas, revela que más del 74% de los usuarios que invierten a través de su plataforma buscan aumentar sus ingresos. La flexibilidad y la posibilidad de acceder a activos no tradicionales son factores atractivos para los inversores, especialmente en un entorno económico desafiante.
El aumento del 32% en la colocación de créditos en las IFC durante el primer trimestre, según datos de Banxico, sugiere un creciente interés en este tipo de inversiones. La posibilidad de rendimientos atractivos es también un factor clave, como lo indica la encuesta de Doopla, donde los inversionistas reportaron un rendimiento promedio anual de hasta el 15% en los resultados de sus préstamos.
A pesar de las oportunidades, los expertos subrayan la importancia de la diversificación y la comprensión de los riesgos inherentes. Álvaro Echeverría, director ejecutivo de IFC Klimb, destaca la necesidad de invertir en al menos 10 empresas de diferentes industrias para mitigar el riesgo de concentración.
La investigación también revela que una proporción significativa de inversores, aproximadamente el 4%, busca ahorrar para la vejez. Juan Carlos Flores, director ejecutivo de Doopla, sugiere que este enfoque refleja el perfil de los inversores que oscilan entre 25 y 40 años, quienes buscan rendimientos superiores a pesar de los riesgos involucrados.
Aunque las IFC operan bajo regulaciones establecidas, es esencial tener en cuenta que los recursos de los usuarios en estas plataformas no están asegurados, a diferencia de los ahorros en los bancos. Según el artículo 20 de la Ley Fintech, se prohíbe a las instituciones de financiamiento colectivo asegurar rendimientos sobre las inversiones.
Además, según un informe de Banxico, algunas entidades de financiamiento colectivo han enfrentado problemas de morosidad, lo que resalta la importancia de elegir plataformas confiables y reguladas.
En resumen, el financiamiento colectivo ofrece una puerta atractiva para los inversores en busca de ingresos adicionales o mayores rendimientos.
Sin embargo, la cautela, la diversificación y la elección de plataformas reguladas son elementos cruciales en este viaje financiero. Las oportunidades son evidentes, pero la educación y la precaución deben guiar a aquellos que buscan aprovecharlas de manera efectiva.