En el ámbito financiero, esta ignorancia tiene serias implicaciones que afectan las decisiones y la salud económica de las personas.
MÉXICO.- El concepto de ignorancia supina es uno que regularmente escuchamos haciendo referencia a la incapacidad extrema de una persona para comprender un asunto determinado.
Estudios sobre información en Internet relacionada con la salud han demostrado que las personas acceden a información poco confiable y creen tener la capacidad de tomar decisiones o actuar en temas específicos, lo que puede empeorar su situación original. | pexels
En el ámbito financiero, esta ignorancia tiene serias implicaciones que afectan las decisiones y la salud económica de las personas.
La ignorancia financiera surge de la falta de capacidad o conocimiento para comprender conceptos básicos y reconocer la importancia de adquirirlos.
Cuando alguien carece de conocimientos financieros fundamentales y desconoce la necesidad de adquirirlos, se ve expuesto a tomar malas decisiones que pueden tener efectos negativos en sus finanzas.
A nivel mundial, los asesores financieros existen para suplir estas carencias de información, brindando conocimientos especializados a aquellos que tienen una información inexistente o limitada en el ámbito financiero.
Sin embargo, la evidencia sugiere que quienes recurren a la asesoría financiera son, en su mayoría, personas con un mejor nivel de información financiera, lo cual es contrario a lo esperado.
Un estudio sobre inversión y búsqueda de consejo profesional reveló que las personas con menor nivel de información financiera son más propensas a cometer graves errores financieros y, paradójicamente, son las que menos buscan asesoramiento profesional.
Por otro lado, a medida que aumenta la competencia financiera de las personas, también aumenta la probabilidad de que deleguen las decisiones de inversión en asesores especializados.
Esta tendencia no se ve significativamente afectada por factores como el nivel de ingreso o riqueza de las personas, lo que indica que la ignorancia financiera puede afectar a individuos de diferentes niveles socioeconómicos.
Además, en la era de la información digital, existe un fenómeno adicional que contribuye a mayores errores financieros. La posibilidad de acceder a una gran cantidad de información en Internet puede generar una falsa sensación de conocimiento, especialmente cuando se carece de la capacidad para evaluar la calidad y veracidad de dicha información.
Al igual que ocurre en otros temas, la información financiera disponible en línea a menudo es de baja calidad o incluso perjudicial para la toma de decisiones.
Estudios sobre información en Internet relacionada con la salud han demostrado que las personas acceden a información poco confiable y creen tener la capacidad de tomar decisiones o actuar en temas específicos, lo que puede empeorar su situación original.
Lo mismo ocurre, aunque en menor medida, en el ámbito financiero. Cuando no somos capaces de discernir la calidad de la información a la que accedemos, esta puede no solo no corregir nuestra ignorancia financiera, sino también implantar conocimientos erróneos que comprometen gravemente nuestras finanzas.
Por tanto, es crucial reconocer las deficiencias en nuestra educación financiera y buscar mecanismos formales y confiables para adquirir la información necesaria.
Asimismo, debemos apoyarnos en profesionales confiables que nos ayuden a comprender las decisiones financieras que debemos tomar y asegurarnos de que estas operen en beneficio de nuestras finanzas.