El estrés financiero es un mal que, de no tratarse a tiempo, afecta el organismo, por ello, es importante tomar las medidas necesarias que orienten sus finanzas por buen camino.
MÉXICO.- Insomnio, depresión o alteraciones del sistema inmune son consecuencias del estrés financiero.
Las principales fuentes de este estrés, se encuentra: Aportación de recursos al hogar, pago de servicios (Internet, gas, luz, celular, etc.), gastos de alimentación, gastos de transporte, entretenimiento, vestimenta, gastos médicos, pagos de tarjetas de crédito, educación, entre otras.
Bank of America recomienda:
Organice qué gastos requieren más atención. Anote sus tres retos monetarios más grandes para saber a qué se enfrenta. Ya sea pagar las facturas mensuales, reducir la deuda de la tarjeta de crédito, o ahorrar para la jubilación.
Es importante enfocarse en las causas principales de su ansiedad financiera (Una lista corta ayuda a sentirse menos agobiado).
Aproveche sus ingresos al máximo. El creer que simplemente no tiene dinero suficiente para cumplir sus metas no le permite lidiar con sus problemas financieros. Enfóquese en aprovechar al máximo sus ingresos gastando de manera inteligente.
Considere usar una calculadora para ver cuánto tiempo le tomará lograr su meta de ahorros.
Trate de mantener siempre una actitud positiva. Su actitud puede ayudar a mantenerse motivado para resolver los problemas financieros.
En lugar de estancarse en la idea de que nunca saldrá de las deudas, imagine la cantidad de estrés que disminuye conforme su deuda se hace más y más pequeña.
Sea realista. Determine lo que puede lograr razonablemente y dedíquese a ser constante mes tras mes. Hágase una promesa: "Cada mes gastaré menos y esa diferencia la usaré para pagar mi deuda".
Sea honesto consigo mismo. Recibir el apoyo de aquellos cercanos a usted, puede ayudarle a mantenerse enfocado. Las tareas difíciles se hacen más sencillas con el apoyo de sus familiares y amigos.
Jóvenes, una población vulnerable
La realidad de la pandemia ha provocado que muchos opten por arriesgar sus ahorros al no contar con un respaldo financiero, situación donde la población más joven también se encuentra vulnerable.
“Es frecuente que cuando somos jóvenes no pensemos en lo que sucederá a largo o mediano plazo, en especial cuando se trata de nuestras finanzas. Por lo anterior, cuando tenemos que enfrentarnos a cierta independencia económica, muchas de esas actividades nos pueden generar estrés financiero”, detalló el blog de Finanzas Prácticas.
Fuente(s): Inegi, El Economista y Bank of America