Muchos bancos imponen tarifas mensuales o anuales a las cuentas que no tienen actividad durante un período de tiempo determinado. Estas tarifas pueden erosionar lentamente los ahorros de los usuarios, especialmente si no están al tanto de ellas
MÉXICO.- En el mundo de las finanzas personales, mantener una cuenta bancaria inactiva puede parecer una decisión inofensiva, pero los expertos financieros advierten sobre los posibles riesgos que esto conlleva para los ahorros de los usuarios.
A medida que las personas cambian de bancos o simplemente olvidan cuentas pasadas, estas pueden quedar inactivas, lo que puede generar una serie de complicaciones financieras.
Según los expertos, una cuenta bancaria inactiva puede resultar en cargos por inactividad. Muchos bancos imponen tarifas mensuales o anuales a las cuentas que no tienen actividad durante un período de tiempo determinado. Estas tarifas pueden erosionar lentamente los ahorros de los usuarios, especialmente si no están al tanto de ellas.
Otro riesgo potencial de las cuentas bancarias inactivas es la pérdida de fondos. Si un usuario no supervisa regularmente una cuenta inactiva, existe el riesgo de que el banco pueda aplicar políticas de "cuentas en estado de abandono" y transferir los fondos a la propiedad del estado.
Esto puede ocurrir después de un período de inactividad prolongado, que varía según la jurisdicción y la política del banco en cuestión.
Además de las tarifas y la posibilidad de perder fondos, mantener una cuenta bancaria inactiva también puede tener implicaciones en la salud financiera general del usuario.
Las cuentas inactivas pueden afectar negativamente el puntaje crediticio de una persona, especialmente si se cierran sin pagar los saldos pendientes. Esto puede dificultar la obtención de préstamos futuros o la aprobación para otras formas de crédito.
Los expertos aconsejan a los usuarios que revisen regularmente sus cuentas bancarias para evitar que caigan en la inactividad. Esto puede implicar establecer recordatorios regulares para revisar las cuentas menos utilizadas, consolidar cuentas en un solo banco o cerrar cuentas que ya no sean necesarias.
Además, es importante comunicarse con el banco para comprender las políticas relacionadas con las cuentas inactivas y evitar cargos innecesarios.
Aunque pueda parecer trivial, mantener una cuenta bancaria inactiva conlleva varios riesgos financieros. Desde cargos por inactividad hasta la posibilidad de perder fondos, es crucial que los usuarios estén al tanto de los posibles riesgos y tomen medidas para evitarlos.
Al mantenerse informados y ser proactivos en la gestión de sus cuentas, los usuarios pueden proteger mejor sus ahorros y mantener una salud financiera sólida a largo plazo.