Los datos económicos han sido el motor de Wall Street esta semana, comenzando por el fulgurante informe de empleo de marzo, que reveló la tasa de desempleo más baja desde que comenzó la crisis del coronavirus.
ESTADOS UNIDOS.-Wall Street anotó su tercera semana consecutiva de ganancias en uno de sus principales indicadores, el S&P 500, que sigue adentrándose en zona récord gracias a unos datos económicos que apuntan a la recuperación en Estados Unidos y a la fuerza renovada de las empresas tecnológicas.
Al cierre de este viernes, el selectivo S&P 500, que atraviesa su mejor racha desde el pasado octubre, se anotó una ganancia acumulada del 2,7 %, superando la barrera de los 4.100 puntos y explorando cotas nunca vistas junto al Dow Jones de Industriales, que registró un avance semanal del 2 % y aterrizó en los 33.800 puntos.
El índice Nasdaq ganó un 3,1 % acumulado gracias, en parte, al resurgir de las Big Tech, muy beneficiadas por la digitalización del ocio y el trabajo en la pandemia y que recientemente se habían visto perjudicadas por la rotación de valores en el mercado y el alza en los rendimientos de la deuda pública estadounidense.
En las plazas europeas los resultados semanales han sido dispares al primar el optimismo por las vacunas y la recuperación pero también la preocupación por la evolución de la pandemia y la inflación, con ganancias en Londres (2,65 %), París (1,09 %) y Fráncfort (0,84 %) pero pérdidas en Milán (-1,14 %) y Madrid (-0,14 %).
Los datos económicos han sido el motor de Wall Street esta semana, comenzando por el fulgurante informe de empleo de marzo, que reveló la tasa de desempleo más baja desde que comenzó la crisis del coronavirus y al que los inversores reaccionaron de forma tardía después del fin de semana largo de Semana Santa.
Los inversores se contagiaron de optimismo con la mejora de las previsiones de crecimiento económico mundial del Fondo Monetario Internacional; el mayor ritmo de expansión del sector servicios en EE.UU. en 24 años, según el índice ISM; y el CEO de JPMorgan, Jamie Dimon, vaticinando un "boom" económico.
Con un 'rally' del 5 % en menos de tres semanas, a los valores les espera cierta consolidación a corto plazo. Los indicadores apuntan a una próxima semana transversalmente tranquila antes de que llegue una temporada de resultados del primer trimestre potencialmente turbulenta", señaló el vicepresidente de Trading y Derivados del Schwab Center for Financial Research, Randy Frederick.
Por otra parte, Wall Street recibió sin sorpresas pero con cautela las actas de la última reunión de la Reserva Federal (Fed), y su presidente, Jerome Powell, vaticinó una pronta reapertura de la economía gracias al ritmo de vacunación en el país y reiteró que el aumento de inflación derivado de la recuperación será temporal.
En ese sentido, este viernes, el índice de precios de los productores en EE.UU. en marzo arrojó un incremento mayor del esperado, del 1 %, lo que hizo subir ligeramente el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años, que aún así despide una semana en descenso: comenzó cerca del 1,73 % y termina en torno al 1,66 %.
Ante la señal de repunte en los precios, los analistas de Wells Fargo opinaron: "La Fed probablemente querrá ver pruebas de que el repunte de la inflación este año es un estallido temporal de hecho asociado a la apertura completa de la economía frente a un cambio hacia un entorno de más alta inflación posterior a la covid".
Al contrario de lo que indican los titulares, unos crecientes tipos de interés, unos niveles saludables de inflación y una eventual subida de tipos por parte de la Fed no son necesariamente (factores) negativos para el mercado", dijo en una nota el jefe de inversiones de la firma Raymond James, Larry Adam.
En otros mercados, los precios del petróleo descendieron en torno al 3 % tanto en el barril de referencia estadounidense, el West Texas Intermediate, como en el europeo, el Brent, tras la decisión del grupo de la OPEP+ de abrir los grifos de producción paulatinamente en las próximas semanas.