Kenneth Smith Ramos, exjefe negociador técnico del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), dijo que por cuestiones ideológicas el gobierno de México mantiene la prohibición al maíz transgénico blanco para consumo humano, porque un grupo dentro del gabinete insiste en que es dañino.
MÉXICO.- Por cuestiones ideológicas el gobierno de México mantiene la prohibición al maíz transgénico blanco para consumo humano, porque un grupo dentro del gabinete insiste en que es dañino, dijo el exjefe negociador técnico del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), Kenneth Smith Ramos.
Explicó que los secretarios de Economía, Raquel Buenrostro y de Agricultura, Víctor Villalobos "entienden" la importancia de solucionar "este irritante con Estados Unidos" y que no podemos imponer barreras comerciales en el sector agrícola.
Comentó que "desafortunadamente, otras voces en el gabinete han insistido en que se mantenga el decreto, por razones puramente ideológicas en contra de los transgénicos".
Pero las consecuencias para México pueden ser nefastas, ya que perder un panel arbitral sobre el tema de maíz podría generar represalias comerciales de Estados Unidos contra nuestras principales exportaciones agrícolas", expuso en una serie de tuits.
Smith considera importante que se elimine esta prohibición
Para Smith Ramos es importante que los equipos técnicos de México y de Estados Unidos eliminen las referencias a la salud humana que tiene el decreto del 13 de febrero que prohíbe las importaciones, el uso y producción de maíz transgénico blanco para consumo humano, específicamente para el utilizado en masa y tortillas.
Si bien se cambió el decreto, con respecto a diciembre del 2020, en el que se prohibió todo el maíz transgénico a partir del 2024 y a pesar de que llevan dos años de pláticas los dos gobiernos, a Estados Unidos no le convenció el cambio en el decreto de febrero pasado y solicitó consultas técnicas al amparo del T-MEC, el pasado 6 de marzo y si no hay solución podrá empezar un proceso de disputas.
De acuerdo con el especialista de Ansley, Roberto Zapata, se tienen 30 días, a partir del 6 de marzo, para que las partes se reúnan para resolver cooperativamente el asunto, pero "si Estados Unidos considera" que el asunto no avanza favorablemente luego de la reunión técnica, o si ésta no se lleva a cabo, podrá invocar los procedimientos de solución de controversias al amparo del T-MEC".