Entendiendo el complejo panorama de la inflación en 2023: números que desafían la percepción pública
MÉXICO.- En los últimos tiempos, uno de los temas más debatidos en el ámbito económico es el estado de la inflación. A medida que los precios de los bienes y servicios siguen aumentando, surgen interrogantes sobre si la inflación realmente ha disminuido, como sugieren algunos indicadores.
La aparente contradicción entre la percepción de los consumidores y las cifras oficiales lleva a analizar en profundidad este fenómeno económico. El experto en finanzas, Eduardo Rosas realizó un análisis que te hará entenderlo mejor.
Según datos publicados en septiembre de 2023, la tasa de inflación se situaba en un 4.45%, marcando un contraste con el 8.7% registrado en septiembre de 2022. Esta aparente disminución en la tasa de inflación podría sugerir una mejora en la economía, pero ¿es realmente así?
La respuesta radica en la forma en que se mide la inflación. Esta se calcula de manera acumulativa, lo que significa que se compara el nivel de precios en un período con el mismo período del año anterior.
Si nos limitamos a esta comparación, la inflación ha disminuido en 2023 en relación a 2022, ya que el aumento de precios es de 4.45%, en comparación con el 8.7% del año anterior.
Sin embargo, este enfoque no toma en cuenta la inflación acumulada a lo largo de dos años. Si consideramos el periodo desde septiembre de 2022 hasta septiembre de 2023, la inflación acumulada es del 13.5%, teniendo en cuenta el principio de interés compuesto.
Esta cifra pone en perspectiva la percepción pública y muestra que, a pesar de una aparente desaceleración, la inflación ha dejado su huella en la economía durante un período más prolongado.
En términos simples, la inflación ha crecido a un ritmo más lento, pero no ha retrocedido lo suficiente como para que los precios disminuyan, lo que se conoce como "deflación". La deflación puede tener repercusiones negativas en una economía, como el estancamiento del gasto del consumidor y la inversión, lo que genera preocupaciones adicionales.
En resumen, la percepción de la disminución de la inflación se basa en la comparación de tasas de un año a otro, lo que no refleja completamente la realidad económica en curso. Aunque la inflación crece a un ritmo más lento, los precios continúan aumentando, lo que plantea desafíos para los consumidores y la estabilidad económica en general.