Un recorrido desde la gloria turística hasta la tragedia actual
MÉXICO.- En octubre de 2023, el huracán Otis azotó la costa de Acapulco, dejando a su paso terribles afectaciones que revelaron la cruda realidad de un destino que alguna vez fue el sueño de viajeros de todo el mundo.
Expertos estiman que el costo económico de Otis podría superar los 15,000 millones de dólares, sumiendo a Acapulco en una crisis que va más allá de los estragos naturales.
Pero, ¿cómo llegó Acapulco a este punto? Luis Altamirano del famoso canal “Luis Mi Negocios”, un testigo de la transformación, nos revela las razones detrás del declive de este emblemático puerto.
La historia de Acapulco como destino turístico comenzó en 1927, cuando el Gobierno Federal pavimentó el camino entre la Ciudad de México y Acapulco, marcando el inicio de su ascenso. Sin embargo, a pesar de décadas de fama y glamour, el puerto enfrentó desafíos que marcaron su decadencia.
A partir de la década de 1970, la Perla del Pacífico resintió la falta de planificación y oportunidades, mientras que la desigualdad gestó luchas guerrilleras que ahuyentaron el turismo.
El huracán Paulina en 1997 y la irrupción del narcotráfico en los años 2000 agravaron la situación, sumiendo a Acapulco en una espiral de violencia y desastres naturales. El huracán Manuel en 2013 dejó al menos 24 muertos y agravó aún más la crisis. La reputación de Acapulco, una vez el rey del turismo, se desmoronaba ante los ojos del mundo.
En octubre de 2023, el huracán Otis se convirtió en el golpe más devastador, llevando a Acapulco a un estado de emergencia. Aunque la reconstrucción será costosa y llevará tiempo, surge la pregunta de si este desastre podría haberse prevenido.
Datos revelan que Guerrero tiene uno de los niveles más bajos de usuarios de seguros para fenómenos hidrometeorológicos, indicando una limitada capacidad de respuesta.
Ahora, Acapulco enfrenta el desafío de resurgir, no solo en términos económicos, sino también en su reputación como destino turístico.
Este puede ser el momento crucial para implementar planes sólidos que restauren el esplendor de la economía acapulqueña y devuelvan al mundo la visión de un Acapulco caracterizado por su belleza, hospitalidad y magia.
¿Podrá Acapulco renacer de las cenizas y recuperar su antiguo esplendor? La respuesta, en manos de aquellos que buscan restaurar el encanto perdido.