En el informe de 2019, se señaló que se pagó el apoyo correspondiente a un mes a 68 jóvenes beneficiarios tras su fallecimiento
MÉXICO.- Apoyos a personas fallecidas fueron pagados por parte del programa Jóvenes Construyendo el Futuro y tuvo entre sus principales beneficiarios a personas que trabajaron para instancias de gobierno, según el reporte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
En el informe de 2019, se señaló que se pagó el apoyo correspondiente a un mes a 68 jóvenes beneficiarios tras su fallecimiento, con lo que sumó 482.4 mil pesos | Pixabay
En el informe de 2019, se señaló que se pagó el apoyo correspondiente a un mes a 68 jóvenes beneficiarios tras su fallecimiento, con lo que sumó 482.4 mil pesos.
Se determinaron transferencias bancarias realizadas con fechas posteriores a las fechas del fallecimiento de 68 beneficiarios durante el ejercicio de 2019, lo que constató la falta de acciones para verificar, monitorear y dar seguimiento al desempeño del programa, señala el informe de la ASF.
Según lo publicado por Forbes, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social establece que los responsables de dar de baja a los beneficiarios del programa son los centros de trabajo.
Es por ello que desde enero pasado se acordó que se revise bimestralmente con el Registro Nacional de Población la lista de beneficiarios.
Otra de las anomalías detectadas por la ASF, fue que durante el 2019 se identificó que los centros de trabajo que registraron al mayor número de becarios, fueron las instancias de gobierno.
También las evaluaciones realizadas a los becarios no cuentan con los elementos suficientes para poder acreditar que cumplieron con los objetivos y actividades previstas en el Plan de Capacitación que elaboró el centro de trabajo, indica el análisis.
Según el texto de Forbes, el reporte encontró además que los centros de trabajo no recibieron visitas de inspección por parte de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, o anomalías como reportes que no tienen las firmas de los tutores de los centros de trabajo.
También se detectaron que algunos centros de trabajo están en casas habitación y los cuales nunca respondieron el teléfono a los “mentores de la nación”.