Los niveles en la inflación estarán marcando el rumbo de las decisiones de los bancos centrales. Tomará más que un semestre para la inflación tanto a nivel local como global que regrese a su nivel objetivo.
MÉXICO.- Tomará más que un semestre para la inflación tanto a nivel local como global regrese a su nivel objetivo lo que impactará directamente en las decisiones que los bancos centrales tomen respecto al rumbo de la tasa de interés en las siguientes reuniones, así lo consideraron los especialistas consultados.
Victor Ceja, economista en Jefe de Valmex, señaló que en el próximo anuncio del 29 de septiembre, Banco de México (Banxico) subirá la tasa en 75 puntos base y va a continuar con alzas más moderadas para los últimos dos anuncios de política monetaria y cerrar este año en 10 por ciento.
De tal manera que consideró que serán tres factores principalmente los que estarán impulsando dichos incrementos.
“Primero, Banxico estará atento a lo que haga la Reserva Federal de Estados Unidos, los mercados están descontando que en el próximo anuncio el banco central estadounidense suba 75 puntos base, luego el 2 noviembre suba 50 puntos y el 14 diciembre estaría subiendo otros 25 puntos, con esto su tasa interbancaria llegaría a 4 por ciento”, señaló el especialista
“En segundo lugar, Banxico también está atento al comportamiento de la inflación, en particular la trayectoria de la inflación subyacente que se ha mantenido al alza. Y el tercer factor son las expectativas de la inflación a mediano plazo y al banco central le preocupa que sigan elevadas, actualmente esta se ubica en 3.8%, arriba de la meta de Banxico”.
Por su parte Ramsé Gutiérrez, codirector de Inversiones en Franklin Templeton México coincidió que para el cierre de año la tasa de interés interbancaria en el país se ubicará entre 9.5 y 10 por ciento.
“Si la Fed sube tasas, Banxico va a tener que subirlas también tanto para contener la inflación como para mantener el atractivo de seguir invirtiendo en México y ayudar a que el tipo de cambio no se deprecie”.
Inflación
En lo que respecta a la inflación, los especialistas consideran que a pesar de que en los Criterios Generales de Política Económica 2023, se estima que para el cierre de año el indicador cierre 7.7%, esto resulta optimista, incluso inferior a la estimación del banco central, del consenso y de Valmex.
Lo realista hubiera sido que se tomara en cuenta el consenso: niveles ligeramente superiores a 8 y 4% para este año y el siguiente. Valmex estima 8.5% para 2022 y 4.7% para 2023”.
Asimismo, el especialista de Franklin Templeton apuntó que el gran reto a nivel local como a nivel global es contener la inflación y evitar que siga afectando a los mercados.
“El problema que preocupa más a los banqueros centrales es porque la inflación en términos sociales afecta más a las persona con menos dinero que a las personas con más dinero, lo cual genera más desequilibrios no solo para esta generación sino que se hereda para las siguientes generaciones”, dijo.
“Si a esto la agregamos que a nivel local hay factores que hace que no baje tan rápido, como el alza en los precios de gasolina, aunado con un nuevo incremento al salario mínimo, esto tendrá un efectos sobre la inflación”.
Crecimiento económico
Con lo que respecta al Producto Interno Bruto (PIB), el economista en Jefe de Valmex, indicó que para el cierre del segundo semestre del 2002, la economía mexicana tendrá un menor dinamismo como resultado del incremento en las tasas de interés e inflación.
De tal manera que el escenario macroeconómico planteado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de la Federación 2023 resulta optimista.
En estos números nos llama particularmente la atención el crecimiento económico estimado de 3% para 2023, el cual consideramos muy optimista, fuera de la realidad, dado el entorno de desaceleración global y, en particular, para Estados Unidos. Hacienda supone que la economía estadounidense crecerá 1.8% el próximo año, siendo que el consenso de mercado tiende a ubicarse cerca de 1%, con sesgo a la baja”. señalan.
Fuente: el economista