Cuando Anne Marie Squeo recibió su flameante auto rojo marca Tesla en 2020, se sintió como si se hubiera unido a un "club" especial de personas que estaban haciendo algo por ayudar al medio ambiente y que, de paso, lo hacían con estilo.
MÉXICO.- El año pasado, cuando el dueño de Tesla, Elon Musk, compartió teorías conspirativas de ultraderecha en Twitter, publicó una foto mostrando armas al lado de su cama, y propuso una serie de soluciones para terminar con la guerra en Ucrania que muchos de líderes políticos rechazaban, la satisfacción de Anne Marie se convirtió en vergüenza.
Ha sido muy deprimente, y en algunas ocasiones vergonzoso, conducir este auto", dice esta profesional del marketing y las comunicaciones de 55 años que vive en Connecticut y que escribió un artículo sobre su incomodidad.
"Me preguntaba si las personas estaban haciendo juicios sobre mí que no me interesaba que hicieran".
A Elon Musk en algún momento se le vio como el secreto detrás del éxito de Tesla, pero hoy, parece ser el principal de sus problemas.
Caída de las acciones
A medida que la incesante seguidilla de publicaciones políticamente cargadas de Musk aleja a una parte clave de la base de clientes de Tesla, el aumento de la competencia ha empezado a hacer mella en el dominio de la firma en el mercado de los carros eléctricos.
El valor de las acciones de Tesla cayó en picada en 2022 -la peor caída desde que la compañía salió a bolsa en 2012- reflejando estas preocupaciones, al igual que otras inquietudes como las interrupciones en las cadenas productivas, y una economía más débil.
En diciembre, grandes inversionistas -algunos de ellos aliados de larga data de Musk- expresaron sus preocupaciones de manera pública, y lo acusaron de abandonar a Tesla después de haber comprado Twitter por US$44.000 millones en octubre, y de haber dañado la reputación de la marca.
No ayudó que el año pasado Musk hubiera vendido casi US$20.000 millones de sus acciones en Tesla, venta que tuvo impacto en el precio de la acción y que, en parte, se dio por la compra de Twitter.
Le ha costado a todo el mundo una tonelada de dinero. Ciertamente no protegió a los accionistas de Tesla", dice el inversionista Ross Gerber, quien ahora busca tener un asiento en la junta directiva de Tesla e implementar cambios, incluyendo hacer inversiones en publicidad, algo que Tesla siempre ha dicho con orgullo que no necesita.
Gerber, director de Gerber Kawasaki Wealth and Investment Management -y un autoproclamado amigo de Elon Musk- dice que se mantiene optimista sobre el futuro de la compañía, y ha incrementado el número de acciones que su firma tiene en Tesla luego de la caída en el precio.
Pero dice también que la compañía necesita tener un director ejecutivo propio y debe crear su propia voz, una que se diferencie de la de Musk.
Es muy difícil creer ahora que Elon ha sido una fuerza publicitaria positiva para Tesla", dice.
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