La Clave Bancaria Estandarizada es un elemento fundamental en el sistema bancario de México
MÉXICO-. En el ámbito financiero, las entidades bancarias necesitan contar con algún mecanismo de control para organizar las diferentes cuentas financieras que los usuarios abren con ellos a diario.
Para mantener este control, se han valido de los números, ya que son infinitos y pueden utilizarse como claves que rara vez se repetirán. Estas claves funcionan como identificadores para los usuarios y facilitan los procesos que necesiten realizar a través de ellos.
Uno de los principales elementos de identificación es la CLABE (Clave Bancaria Estandarizada), que se utiliza para agilizar el control e identificación por parte de las instituciones financieras y los usuarios de los servicios financieros.
¿Qué es CLABE?
Como se mencionó anteriormente, es un elemento fundamental en el sistema bancario de muchos países de habla hispana, incluyendo México.
Se trata de un código alfanumérico único que tiene la función de identificar de manera precisa una cuenta bancaria específica. Este código permite realizar transacciones electrónicas de manera segura y eficiente.
¿Cuál es su propósito?
Esta herramienta tiene como propósito principal brindar mayor certeza y seguridad en las transferencias electrónicas interbancarias. Es importante tener en cuenta que no sustituye el número de cuenta de cheques o de la tarjeta de débito, ya que su función se limita a ser un identificador y una referencia para realizar las transferencias bancarias.
¿Para que sirve?
Se utiliza para realizar transferencias de un banco a otro. En lugar de acudir al cajero electrónico, el usuario puede solicitar a la persona que realizará el depósito que le proporcione su código y, a través de este, realizar la transferencia correspondiente.
Es importante tener en cuenta esta información adicional
- Está compuesta por 18 dígitos
- Está dividida en tres segmentos principales: el código de banco, el código de sucursal y el número de cuenta. Cada uno de estos segmentos tiene una longitud fija de dígitos.
- Se utiliza tanto para las cuentas bancarias de depósito como para las cuentas de crédito en el país.