Entre 2022 y 2023 podrían presentarse incrementos al salario mínimo por encima del 20%. Banxico mostró su preocupación en que el incremento de los precios de alimentos básicos derive en aumentos en las revisiones salariales.
MÉXICO.- Al reconocer que la inflación en alimentos sigue creciendo a doble dígito, El Banco de México (Banxico), mostró su preocupación porque esto derive en aumentos en las revisiones salariales.
También, consideró preocupante el gradual deterioro de las expectativas de largo plazo, ya que lo anterior podría dar señales del inicio de un proceso de desanclaje de las expectativas lo que podría sugerir afectaciones al proceso de formación de precios.
De esta forma se expresaron en lo general y en lo particular los miembros de la junta de gobierno durante la reunión de política monetaria anunciada el pasado 11 de agosto en la cual por unanimidad se decidió subir a 8.50% la tasa de referencia.
Prevén aumentos salariales de hasta 20%
Según la Minuta número 94 de la reunión efectuada por enlaces virtuales con la participación del titular de la secretaría de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O y del subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, se mencionó entre los riesgos al alza para la inflación las presiones de costos.
En el análisis y motivación de los votos de los miembros de la junta de gobierno, uno destacó los costos laborales.
Apuntó que en 2022 y 2023 podrían presentarse incrementos al salario mínimo por encima del 20%. Observó que estos se materializarían justo cuando se prevé que la inflación comience a converger a su meta.
Uno señaló que las revisiones salariales nominales anuales de los trabajadores asegurados en el IMSS registraron incrementos máximos de 11.5% en julio, mientras que las del sector privado han fluctuado entre 7 y 9% durante el año.
Dichos aumentos, advirtió, podrían indicar cierta contaminación en los salarios por los altos niveles de inflación.
Consideró que estos incrementos contrastan con el ajuste promedio de 3.5% registrado en el sector público.
No obstante, algunos resaltaron que ciertos indicadores del mercado laboral presentan debilidad, como la tasa de desocupación extendida, que incluye a personas desocupadas, subocupadas, y aquellas no económicamente activas, pero con disposición para trabajar, la cual aún se encuentra por encima de sus niveles pre-pandemia.
Otro notó la persistencia de la inflación en América Latina, donde las caídas en los precios de las materias primas no se han reflejado en una menor inflación, lo que podría implicar la presencia de efectos de segundo orden.
Fuente: El Universal