Balenciaga se ha pronunciado en medio de acusaciones de que la campaña Spring '23 de la compañía promovía contenido inapropiado que involucraba a niños
ESTADOS UNIDOS.- Después de emitir una disculpa formal en nombre de una campaña publicitaria controvertida que presentaba fotos desconcertantes de niños y accesorios que presentaban casos judiciales también desconcertantes, Balenciaga está acusando al equipo de producción y al diseñador de escenarios con una demanda de 25 millones de dólares.
Las fotografías causaron enorme polémica en redes sociales. | Unsplash
Los anuncios, que se filmaron en julio, presentan fotografías de niños sosteniendo lo que parecen ser osos BDSM, así como una fotografía del icónico bolso "Reloj de arena" de la marca, una pieza hecha como parte de su colaboración con Adidas.
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En una foto, se puede ver la documentación judicial en el escritorio donde se encuentra la bolsa de Balenciaga del caso de 2008 titulado Estados Unidos contra Williams. El controvertido caso dictaminó que la "complacencia" de la pornografía infantil no violaba la Primera Enmienda, incluso si la persona acusada de tal delito ya poseía dicha pornografía para comerciar.
Balenciaga ahora está demandando a North Six (la compañía que produjo la sesión de fotos), así como al escenógrafo, Nicholas Des Jardins.
La demanda, según documentos vistos por The Washington Post, afirma que se tomaron decisiones "malévolas o, al menos, extraordinariamente imprudentes" en el set sin el conocimiento o aprobación de Balenciaga, ya que la compañía busca casi 25 millones de dólares en daños debido a la ahora se percibe públicamente la asociación entre la empresa y el "tema repulsivo y profundamente inquietante de la decisión judicial".
El equipo de DeJardin le dijo al Washington Post que "todos los integrantes de Balenciaga estuvieron en la sesión y estuvieron presentes en cada toma y trabajaron en la edición de cada imagen en la posproducción", en respuesta a la noticia de la demanda.
¿Cuál es la historia?
Balenciaga está en problemas por su última campaña publicitaria en la que se le acusa de promover conductas inapropiadas que involucran a niños, y ahora tanto el fotógrafo como la compañía se han pronunciado.
La campaña publicitaria original, que desde entonces se extrajo de las plataformas sociales y el sitio web del diseñador, presentaba a dos niñas sosteniendo osos de peluche que parecían estar usando equipo de bondage BDSM.
Tras seguir investigando, otros en las redes sociales notaron que una foto fija de una bolsa de Balenciaga en un escritorio mostraba un documento del caso judicial Ashcroft vs. Free Speech Coalition, que falló a favor de la pornografía infantil virtual.
Una tercera imagen mostraba a una mujer pelirroja sentada en un escritorio con vista a la ciudad de Nueva York, con un libro en su escritorio de Michael Boerrman que muestra imágenes de niños desnudos.
Los espectadores y compradores furiosos recurrieron a Internet para criticar a la empresa y avergonzarlos por su campaña ahora viral.
Con información de: Entrepreneur