Se estima que las pequeñas y medianas empresas son una de las principales impulsoras de la economía mexicana
MÉXICO-. En el panorama económico de México, se destaca el rol esencial que desempeñan las pequeñas y medianas empresas (PYMEs), consideradas como uno de los principales impulsores del crecimiento y desarrollo económico del país.
¿Qué son las PYMEs y cuáles son 3 ejemplos de estas? | Pexels
La relevancia de las PYMEs en la economía mexicana destaca la necesidad de brindar apoyo continuo a este sector empresarial.
Facilitar el acceso a financiamiento, fomentar la capacitación y promover un entorno regulatorio favorable son aspectos clave para potenciar el crecimiento sostenible de estas y, por ende, para impulsar el desarrollo económico de México en su conjunto.
¿Qué son las PYMEs?
Las PYMEs, o pequeñas y medianas empresas, son unidades económicas con características distintivas que las diferencian de las grandes corporaciones.
Estas empresas se caracterizan por su tamaño moderado en términos de empleados, ingresos y activos, pero su contribución a la economía mexicana va más allá de sus dimensiones físicas.
A demás, representan una parte significativa del tejido empresarial, generando empleo, fomentando la innovación y contribuyendo al dinamismo económico a nivel local y nacional.
¿Cuáles son 3 ejemplos de estas?
- Tiendas de barrio
Las pequeñas tiendas de barrio, conocidas también como abarroterías o misceláneas, son un ejemplo clásico de PYMEs en México.
Estas empresas desempeñan un papel vital en la comunidad al proporcionar bienes básicos y servicios, generando empleo local y fortaleciendo la economía a nivel micro.
- Talleres y pequeñas manufacturas
Empresas dedicadas a la manufactura de productos específicos, como talleres de carpintería, imprentas pequeñas o fabricantes de productos artesanales.
- Consultorías y servicios profesionales
Pequeñas empresas de consultoría, agencias de diseño gráfico, estudios de arquitectura y bufetes de abogados.
Estas empresas no solo ofrecen servicios especializados, sino que también contribuyen a la creación de empleo y a la oferta diversificada en sus respectivas áreas.
Es así que, su impacto positivo se extiende más allá de las cifras financieras, contribuyendo al bienestar de las comunidades y a la sostenibilidad del desarrollo económico a nivel nacional.