“No es suficiente con tener una cuenta bancaria, la verdadera inclusión financiera de las mujeres sucede cuando pueden tomar la mejor decisión financiera con su dinero”, sostiene Sabrina Castelli, fundadora y CEO de Mujer Financiera.
MÉXICO.- Sabrina Castelli, fundadora y CEO de Mujer Financiera, asegura que hubo dos grandes sucesos que marcaron su vocación: el primero fue la muerte de su padre, pues ocasionó que su madre se integrara de manera abrupta al mundo laboral, sin tener nociones del manejo de las finanzas; el siguiente, fue la pérdida de sus ahorros familiares en una crisis económica que atravesó su país.
No es suficiente con tener una cuenta bancaria, la verdadera inclusión financiera de las mujeres sucede cuando pueden tomar la mejor decisión financiera con su dinero”, sostiene Sabrina Castelli.
“Argentina es un país con muchas crisis económicas y una de estas hizo que muchos ahorristas perdieran todo su dinero, entre ellos mi familia”, recuerda Castelli.
Debido a estas experiencias, Sabrina aprendió, desde muy pequeña, que el trabajo duro de las mujeres no era suficiente para alcanzar sus metas ni para ser económicamente independientes:
“Las mujeres nos integramos a la economía desde hace 50 o 100 años; los hombres han trabajado por cientos y cientos de años, por lo que vienen manejando dinero y pasándose el conocimiento entre ellos. En nuestro caso, quizás somos apenas la primera o segunda generación de mujeres profesionistas e independientes. Entonces, si no salimos a buscar esa educación financiera, probablemente no nos va a llegar”, advierte la experta.
Con el fin de compartir este conocimiento, Sabrina Castelli fundó la academia virtual Mujer Financiera que ha ayudado a las mujeres a poner sus finanzas en orden y así mejorar sus vidas, pero el alcance de la plataforma no se limita a Argentina.
Hoy en día, tenemos más de 100 mil mujeres capacitadas, de las cuales más del 90% son argentinas y estamos apuntando a capacitar a 500 mil mujeres en los próximos 12 meses. Nuestro objetivo es que el 50% de esta cantidad provenga de mercados de otros países, en especial de México”, puntualiza la emprendedora.
El nacimiento de Mujer Financiera
Desde que Sabrina Castelli cumplió 30 años se ha dedicado a compartir su conocimiento sobre finanzas personales en su academia virtual. Sin embargo, el camino hacia el buen manejo de sus ingresos no fue sencillo, pues dentro de su familia no recibió nociones de cómo administrar el dinero.
“En mi familia tuvimos una situación muy difícil porque mi padre falleció cuando yo tenía 9 años. Mi mamá era una ama de casa que no trabajaba, ni tenía una cuenta bancaria, ni entendía cómo funcionaban las finanzas. Entonces, desde muy chica, vi eso y aprendí que esos temas son importantes para una mujer”, detalla.
“Yo siempre digo que emprender es un proceso de adentro hacia afuera. Antes de comenzar una actividad con la que puedas recibir ingresos o crear una empresa tienes que encontrar tus talentos”, recomienda.
La emprendedora considera que se deben tomar en cuenta las pasiones. Aquellas actividades que podríamos hacer durante horas, pues todo emprendimiento requiere una gran inversión de tiempo.
El talento de Sabrina son los números (estudió dos carreras del rubro económico). No obstante, su pasión venía desde la historia familiar y la relación de las mujeres con sus finanzas.
“Antes de crear Mujer Financiera estuve estudiando por siete años qué pasaba con la educación financiera de las mujeres, cuando entendí el origen del rezago dije ‘ah, ese es el producto que tengo que hacer para poder ayudar a las mujeres’”, cuenta Sabrina.
Con esa idea en mente, Castelli comenzó a buscar inversionistas para iniciar su emprendimiento, pero no obtuvo apoyo, pues dudaban que las mujeres estuvieran interesadas en aprender sobre finanzas.
El siguiente paso fue crear las redes sociales de Mujer Financiera con el objetivo de difundir esas notas. En ese momento su contenido se empezó a viralizar: “Las redes sociales comenzaron a crecer muy rápido, porque el contenido era de mucho valor para las mujeres, y al final eso fue lo que me permitió crecer y crear una academia de educación financiera para mujeres”, explica.
El primer año, Mujer Financiera era administrada en su totalidad por Sabrina, pero pronto obtuvo una gran cantidad de seguidores, así que Castelli decidió contratar a una community manager. Y es que pasó de tener 800 seguidores en Instagram a tener 400 mil.
Al día de hoy, el equipo está integrado por 30 personas, de las cuales más de dos terceras partes son mujeres: “Queremos ser la única FinTech con mayoría de mujeres en todo el mundo”, celebra la emprendedora.
El plan de Mujer Financiera para ampliar su alcance en México
Por el momento, todo el equipo de la empresa es de nacionalidad argentina; sin embargo, debido a que México es el tercer país que genera más tráfico para la FinTech, buscará, en el corto plazo, contratar personal mexicano para ampliar su alcance en el país. Sabrina ya ha impartido algunas pláticas y cursos gratuitos en territorio mexicano para conocer, de primera mano, las preocupaciones de las mujeres en temas económicos.
Mi objetivo es generar un vínculo con distintas comunidades de mujeres para poder contarles todos los contenidos que tenemos y poder entender cuáles son útiles en su economía del día a día y si aplican de la misma manera que para las mujeres de argentina”, explica.
Con esta información se desarrollará contenido específico para las necesidades del mercado mexicano. Pues, aunque hay contenido de educación financiera que aplica igual para cualquier persona que maneja dinero, el país en el que radican las personas (y la economía de este) sí influye en el uso del dinero.
“Por ejemplo, en Argentina tenemos una inflación del 50% y en México es del 7%, entonces por esos detalles técnicos hay que adaptar los contenidos de nuestra academia y así poder ayudar a las mexicanas a mejorar el uso de su dinero”, explica la experta.
Además de México, Mujer Financiera ya se ha hecho presente con estrategias similares en Uruguay y España, por lo que la emprendedora espera poder seguir estudiando los contextos y necesidades de las mujeres en América Latina.
Fuente: Forbes