Una jubilada del IMSS narra su travesía, desde el diagnóstico de cáncer de mama hasta la difícil búsqueda de tratamiento y la batalla por recuperar los gastos en un sistema de salud con desafíos evidentes
MÉXICO.- Sara Montenegro, una jubilada de 61 años del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), enfrentó una dolorosa realidad tras ser diagnosticada con cáncer de mama en 2020.
La historia de Sara Montenegro refleja la valentía de quienes enfrentan el cáncer y, al mismo tiempo, evidencia los desafíos estructurales y económicos que persisten en el sistema de salud en México. |
A pesar de su afiliación al IMSS, la pandemia le impidió recibir atención en esta institución, llevándola a buscar tratamiento en un hospital privado y endeudarse hipotecando su casa por 500 mil pesos.
La situación de Sara destaca las dificultades que enfrentan algunos pacientes en el sistema de salud mexicano. A pesar de tener un seguro privado que cubrió parte de sus gastos, tuvo que recurrir a préstamos mientras esperaba el pago del seguro contra el cáncer.
La falta de recursos la llevó de regreso al IMSS, donde continúa su tratamiento, enfrentando desafíos como la escasez de medicamentos y la inoperatividad de equipos esenciales, como el acelerador lineal en la clínica de Baja California.
La denuncia de Sara sobre la no funcionalidad del acelerador lineal, a pesar de una inauguración simbólica, pone de manifiesto las deficiencias en la infraestructura de salud.
La falta de radiación en el IMSS la llevó a buscar opciones en el sector privado, aumentando los costos significativamente. La espera prolongada para la operación del acelerador y el gasto constante en traslados a Tijuana han añadido presiones financieras a una situación ya difícil.
Sara contempló la posibilidad de viajar a Estados Unidos en busca de un mejor servicio de salud, pero las barreras económicas lo impidieron.
Su encuentro con la abogada Andrea Rocha, quien apoya a pacientes con cáncer, ha generado esperanza en la recuperación de los gastos incurridos, resaltando la necesidad de una atención más efectiva y justa en el sistema de salud mexicano.
La historia de Sara Montenegro refleja la valentía de quienes enfrentan el cáncer y, al mismo tiempo, evidencia los desafíos estructurales y económicos que persisten en el sistema de salud en México.