Según la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), este tipo de trampas suelen ser difíciles de esquivar, porque se realizan mediante diseños engañosos que pasan desapercibidos y hacen que creer que una oferta es más atractiva
MÉXICO.- Quizás alguna vez has escuchado sobre los dark patterns, que se refiere a los “patrones oscuros” que utilizan las aplicaciones y sitios web de compras para influir en el comportamiento de las personas para que gasten más.
Según la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), este tipo de trampas suelen ser difíciles de esquivar, porque se realizan mediante diseños engañosos que pasan desapercibidos y hacen que creer que una oferta es más atractiva.
Es precisamente de este modo, como logran que las personas finalicen una compra, adquieran suscripciones, acepten cargos extra, e incluso que otorguen datos personales.
Los llamados “patrones oscuros” pueden incluir el uso de colores particulares para la desorientación visual, lenguaje confuso, opciones ocultas, falsas urgencias o información incompleta.
¿Cuáles son las opciones?
De acuerdo con información de Profeco, una guía llamada Data Detox Kit, creada por la organización civil alemana Tactical Tech, sugiere que el primer paso es conocer los patrones oscuros y compartir experiencias con familia y amigos.
También es útil tomar una captura de pantalla para compartirla en las redes sociales, porque informar a los demás puede ayudar a crear una discusión productiva sobre estas malas prácticas.
¿Cuáles son los trucos frecuentemente utilizados?
- Acciones furtivas:
Intentan engañar al consumidor o retrasar información clave para definir la adquisición de un producto. Un ejemplo es agregar productos adicionales sin tu consentimiento o cobrar suscripciones ocultas.
- Pruebas sociales:
Tratan de influir en el comportamiento de los consumidores describiendo experiencias. Un ejemplo son los supuestos informes del número de visitas, visualizaciones de productos, servicios determinados o testimonios de origen incierto.
“Otras 65 personas han visto este producto en las últimas 24 horas”, es un clásico ejemplo.
- Urgencia:
Imponen una fecha límite en ofertas para acelerar la toma de decisiones.
“¡Date prisa!, si no lo compras e la siguiente hora perderás el descuento”, es otro ejemplo.
- Escasez:
Indican a los consumidores la probabilidad de que un producto esté disponible o haya cantidades limitadas, aumentando así su atractivo.
- Desviar la atención o desorientar a los consumidores:
Son mensajes o imágenes para disuadir o guiar una decisión en particular.
- Obstrucción:
El sitio de compra facilita la entrada, pero dificultan la salida, como la cancelación de una compra o suscripción.
“La única forma de cancelar la membresía de renovación automática de 180 pesos, es llamar al servicio de atención al cliente”, es uno de los otros ejemplos.
- Confirmshaming:
Es el uso del lenguaje para culpar al consumidor o avergonzarlo si rechaza una oferta.
- Acciones forzadas:
Obligan al usuario a hacer algo para completar su compra, como registrar una cuenta o suscribirse a un boletín informativo.