Si en estas vacaciones de Semana Santa lograste resistir la tentación de ir a la playa y preferiste dejar descansar tu cartera, te tenemos unos cuantos consejos que te ayudarán a seguir rehabilitando tus finanzas personales.
MÉXICO.- Datos del Banco de México y del Inegi revelan que el 56.7% de los hogares mexicanos tienen algún tipo de deuda, ya sea con alguna institución financiera, casa de empeño, familiar, amigo o conocido.
Es muy común que compremos basándonos en la emoción en lugar de en la lógica. A menudo creemos que comprar es una herramienta terapéutica cuando, a largo plazo, es más dañina. | pexels
Lo primero es, no entrar en pánico si tu relación deuda/ingresos es superior al 30% (cifra recomendable), pues todavía el 35% es un número adecuado.
No obstante, sí debes ponerte las pilas en caso de que 50% o más de tus ingresos se vayan a cubrir deudas. Toma medidas como estas desde hoy:
1. Analiza tu situación. Este es el primer movimiento lógico. Echa un vistazo a lo que debes y a quién. Hacer un presupuesto será lo mejor como un segundo paso.
Esto debes hacerlo si eres soltero(a), casado(a), con o sin hijos. Necesitarás saber con exactitud qué dinero está entrando y por dónde está saliendo; hacer un presupuesto te permitirá establecer a dónde quieres que vaya tu sueldo a partir de ahora.
2. Prioriza las deudas que tienes que pagar. Si tienes múltiples formas de deuda y no estás seguro(a) de cuál priorizar, concéntrate primero en las que tienen las tasas de interés más altas (a esto se le conoce como el método de la avalancha). Pagarlas más rápido cosechará la mayor recompensa financiera para ti.
El método de la avalancha tiene más sentido matemáticamente, pero puede llevar un tiempo ver los resultados. Lo que podrías hacer también es enfocarte en la deuda más pequeña, ir avanzando a la siguiente en tamaño y así sucesivamente.
Recuerda que las deudas de la tarjeta de crédito tienden a ser las más dañinas para tu puntaje de crédito y la más difícil de recuperar.
Una vez que pagues todo lo que debes, evita cualquier deuda considerable en el futuro, compra solo los artículos que puedas pagar. Si usas tu tarjeta de crédito, evita pagar el mínimo, ser totalero(a) es lo ideal.
3. Reestructura tu deuda. Otra opción es acercarte a las instituciones otorgantes de crédito para negociar la forma de pagar tu deuda sin ver afectado de forma considerable tu Buró de Crédito.
Piensa que un quebranto no lucirá bien en tu historial y te podría causar muchos problemas cuando desees solicitar un financiamiento importante más adelante.
4. Deja de crear nuevas deudas. Esta estrategia requiere cambios drásticos. No podrás salir de la deuda si sigues confiando en las tarjetas de crédito para los gastos.
Deja de acumular nuevas deudas y concéntrate en un estilo de vida solo en efectivo. Guarda tus tarjetas de crédito o dáselas a alguien de mucha confianza para que las guarde por ti.
Comparte con tus seres queridos tu objetivo de salir de deudas y pídeles su apoyo. Compartir tu objetivo con alguien que pueda hacerte responsable es una herramienta poderosa para hacer cambios que se queden a largo plazo.
5. Frena tus emociones. Es muy común que compremos basándonos en la emoción en lugar de en la lógica. A menudo creemos que comprar es una herramienta terapéutica cuando, a largo plazo, es más dañina.
De ahí que sea tan importante ser consciente de cada decisión de compra que tomes, de lo contrario, volverás a terminar con una gran carga financiera que hará estragos en tu salud mental y física.
Fuente: Banxico, Inegi y especialistas