De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), tú mismo puedes hacer el cálculo de cuánto será tu total a pagar, o de cuánto dinero has consumido hasta una fecha determinada, antes de que te llegue el recibo
MÉXICO.- El recibo de la Comisión Federal de Electricidad contiene más información de la que te imaginas, ya que no sólo aparece el saldo que tendrás que pagar, sino también el consumo de energía que realizaste.
De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), tú mismo puedes hacer el cálculo de cuánto será tu total a pagar, o de cuánto dinero has consumido hasta una fecha determinada, antes de que te llegue el recibo.
¿Cómo saber cuánto has gastado de luz?
En tu recibo de la CFE aparece el consumo previo que tuviste, así que para saber en una fecha determinada cuándo adeudas, sólo debes anotar la cifra que aparece en tu medidor y restarle la lectura del recibo anterior.
Esa cantidad, debes multiplicarla después por el precio de cada tipo de consumo de energía, que pueden ser básico, intermedio y excedente, según la tarifa que tengas asignada.
Después de esa cuenta, el resultado será lo que hasta el momento deberías pagar por el consumo de energía, lo que te ayudará a saber si debes ahorrar más o si estás dentro del gasto que tenías presupuestado para este servicio.
¿Cómo ahorrar energía?
De acuerdo con la Profeco, si trabajas desde casa, puedes seguir estas recomendaciones que te ayudarán a mantener un consumo bajo:
- Establece horarios de comida y trabajo. Así evitarás abrir el refrigerador constantemente, ya que esto genera un aumento de consumo de energía eléctrica.
- Aprovecha la luz natural. Ubica tu lugar de trabajo con luz natural y con todas las herramientas necesarias. Conecta únicamente lo que utilizarás.
- Desconecta tus electrodomésticos después de utilizarlos. Hazte el hábito de desconectar los aparatos eléctricos que no utilices.
- Evita aparatos alternos. Procura no trabajar con televisores encendidos o equipos de audio alternos. Utiliza tu propia computadora.
- Evita los focos halógenos. Este tipo de focos consumen más energía. Aprovecha al máximo la luz natural y si requieres iluminación especial, lo ideal es combinar la luz natural con una lámpara fluorescente.
- Deja conectado sólo lo necesario. Lo recomendable es que sólo dejes conectados los equipos de cómputo del escritorio. Si cuentas con una laptop, conéctala sólo para su carga y desconéctala cuando esté completa.