El modelo de pago compra ahora y paga después representa una gran oportunidad para los jóvenes de la generación Z, ya que les permite construir un historial crediticio a través de su primer préstamo.
Este modelo de pago experimenta un crecimiento, derivado de la falta de opciones inclusivas para quienes no cuentan con historial crediticio.
La modalidad de pago compra ahora y paga después (BNPL, por su sigla en inglés), experimenta un crecimiento significativo dentro del país, afirmó Jaime Márquez Poo, director de desarrollo de negocios y nuevos proyectos para Sistema de Transferencias y Pagos (STP), durante el evento “Mobile Payments Latam 2022”.
Continuaremos viendo la evolución del mismo, y le dará la posibilidad a los usuarios de pagar a través de diferentes maneras, porque además de representar un beneficio para los comercios, también involucra a los usuarios”, comentó Márquez.
Potencial de negocio
Tarifa. El modelo de negocio de BNPL, funciona mediante una tarifa entre 2 y 6%, que se aplica al comercio, de acuerdo a un estudio de la firma GAM Investments.
Crecimiento. La modalidad compra ahora paga después representó 2.9% de las transacciones globales de comercio en línea durante el 2021, se estima que para 2025 el volumen ascienda a 5.3 por ciento.
Mejoran ventas. Las empresas que ofrecen la opción de pagos diferidos sin intereses muestran una alza en ventas de 30%, un incremento en la fidelización de los clientes tres veces mayor y un aumento de 50% en sus ingresos.
De acuerdo Álvaro Hernández, jefe de finanzas en Atrato, el modelo BNPL representa una gran oportunidad para los jóvenes de la generación Z, ya que les permite construir un historial crediticio a través de su primer préstamo.
Tiene todo el sentido que sea todavía más atractivo para la generación Z, porque son personas que apenas están empezando con su historial crediticio, quizás todavía ni tienen una tarjeta de crédito, y los bancos podrían no aceptarlos por no contar con un antecedente”, comentó Hernández.
Las empresas con modelos de BNPL, pueden otorgar financiamiento al segmento de personas que no cuentan con antecedentes crediticios, porque acceden a otras fuentes de información al historial crediticio, según Hernández.
De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2021, el crédito formal más común son las tarjetas de crédito departamentales, 20% de la población cuenta con este tipo de producto financiero, por debajo están las tarjetas de crédito bancarias con 11%. Una variación del 1% para los préstamos departamentales y nula para las tarjetas expedidas por la banca, en comparación con la ENIF del 2018.
“En México el cerca de 78% de la población está bancarizada, existe una alta posibilidad de inclusión financiera en las fintech, además el 80% de la gente tiene un smartphone. Con estas estadísticas que vemos, existe una alta penetración en el uso”, concluyó Márquez.
Información de El Economista