Los millennials son una las generaciones con mayor riesgo de tener una vejez empobrecida, la falta de previsión a través del ahorro en mecanismos formales desde edades tempranas podría generar un problema financiero al finalizar su vida laboral.
MÉXICO.- Los trabajadores entre 35 y 45 años pertenecientes a la ley 97 enfrentarán un panorama complicado ante pensiones cuyo ingreso es más apegado a la supervivencia que a una calidad de vida.
A pesar de que cerca de 70% de los trabajadores se encuentra consciente de que son los mayores responsables de su retiro, solo 26% ahorra con ese fin.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), solo cinco de cada diez mexicanos entre 30 y 44 años tienen una cuenta de ahorro para el retiro, mientras que solo 17% de los adultos de 45 a 59 años cuentan con un ahorro formal.
La vicepresidenta de vinculación en Amafore, Mari Nieves Lanzagorta, explicó que los trabajadores entre 35 y 45 años pertenecientes a la ley 97 enfrentarán un panorama complicado ante pensiones cuyo ingreso es más apegado a la supervivencia que a una calidad de vida.
Además, agregó que pese a la reforma del 2020, los jóvenes que recién ingresan al mundo laboral se encuentran vulnerables ante un mercado con menos empleos formales.
Esto cómo se traduce en problemas para obtener una mejor calidad de vida al momento del retiro, los trabajadores que fueron registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) después del primero de julio de 1997 pertenecen a la llamada ley 97, con la cual tienen acceso a tres modelos de pensión.
La renta vitalicia es un modelo en el que el trabajador a través del IMSS contrata un seguro con alguna de las instituciones indicadas, para ello se utiliza el saldo acumulado en su cuenta individual, el cual es administrado por una afore, de esta forma se garantiza el pago de una pensión cuyo monto se encuentra predeterminado por factores como el monto que se encuentre en la afore así como la esperanza de vida.
De acuerdo con Proyecciones de Lockton México, la contratación de la renta vitalicia en condiciones básicas tiene un costo de 3 a 5 millones de pesos por persona, por lo que actualmente si se desea contar con una pensión por arriba del salario mínimo se debe procurar tener un ahorro suficiente para acceder a este sistema de pensión.
Si no se cuenta con los recursos para adquirir una renta vitalicia, los trabajadores pueden acceder al modelo de retiros programados, ésta se contrata directamente con la Afore en la que se encuentren registrados, se realiza un cálculo con el monto acumulado en la cuenta individual y la esperanza de vida y con ello se obtiene el monto a recibir como pensión.
No obstante, este recurso sólo se recibirá hasta que se agote el dinero de la cuenta, por lo que si el pensionado rebasa la esperanza de vida se quedará desprotegido.
La última opción es la pensión garantizada, en este caso si el trabajador no accede a alguno de los dos modelos anteriores puede optar por esta modalidad en la que el gobierno federal otorga un monto por el equivalente al salario mínimo.
Lanzagorta explicó que la generación millennial cuenta con menos tiempo para obtener la cantidad necesaria para pensionarse bajo un esquema que les ofrezca bienestar financiero, por ello aseguró que la mejor forma de cambiar ese panorama es comenzar a realizar aportaciones de ahorro voluntario a la afore u optar por instrumentos como el Plan Personal de Retiro (PPR).
Hoy existen diferentes herramientas que permiten tener rendimientos tras el ahorro constante, además de beneficios fiscales.
Con los diferentes métodos se puede asegurar un monto de pensión que sea de acuerdo a la calidad de vida que se busque para nuestra vejez.
Leonardo Castillo experto en finanzas personales de Fintual, aconsejó que antes de escoger entre las herramientas financieras que existen los usuarios deben realizar un análisis sobre sus posibilidades de ahorro.
El primer paso es visualizar cuánto dinero se puede ahorrar para este fin, existen diferentes instrumentos diseñados para todo tipo de bolsillos.
Castillo explicó que se debe pensar si se puede ahorrar de manera recurrente una cantidad específica o no, ya que mecanismos como el seguro requieren de una cantidad mensual fija y si el usuario no llegara a cumplir con el pago se cobra una penalización.
Se recomienda revisar cada uno de los instrumentos financieros, por ejemplo algunos PPR pueden ser una opción si se piensa ahorrar por un largo plazo cierta cantidad mensual, pero sin exponerse a una penalización si en alguna ocasión no se puede realizar la aportación.
El ahorro para el retiro es necesario para asegurar una vejez libre de preocupaciones financieras.
Fuente: Fintual, UVM, Encuesta Nacional de Inclusión Financiera, Amafore y Lockton México