Varios ganadores del premio Nobel en los últimos años (Kahneman, Tversky, Thaler) han hecho un análisis de la toma de decisiones de los seres humanos que no siempre nos lleva a la elección que nos conviene del todo.
MÉXICO.- Varios ganadores del premio Nobel en los últimos años (Kahneman, Tversky, Thaler) han hecho un análisis de la toma de decisiones de los seres humanos que no siempre nos lleva a la elección que nos conviene del todo.
Esto se hace patente sobre todo en temas como el ahorro, pues hay varios sesgos del comportamiento que nos hacen tomar decisiones aparentemente irracionales.
María de las Nieves Lanzagorta es vicepresidenta de vinculación en Amafore, Asociación Mexicana de AFORES, especialista en educación financiera, comunicación, estrategia personal y de negocio. Y nos muestra aquí los principales sesgos que suelen impedir ahorrar a las persoas.
Sesgo al presente. Aunque sabemos que si invertimos hoy obtendremos ganancias en el futuro y podremos consumir más que si cedemos a la tentación del momento, el hecho de no tener la certeza sobre el futuro hace que valoremos más el consumo presente.
Por ello, es bastante natural que tomemos la decisión de consumir hoy en vez de guardar algo para después.
Sesgo de desidia o procrastinación. Sí, el mismo término que está de moda usar para decir que posponemos hacer trabajos que encontramos engorrosos o pesados. En el caso del ahorro, hacer el análisis de dónde invertir, abrir la cuenta o incluso hacer la transferencia de recursos suelen ser actividades que dejamos para cuando sea “un mejor momento”.
Pero recuerda, igual que con todo proyecto, cuanto antes empieces, más satisfecho(a) estarás al final y el disfrute será mayor. Un truco para solucionar este sesgo: piensa y hazlo una sola vez, luego domicilia.
Sesgo de optimismo. No es malo ser optimista y pensar positivo, fijarse metas es clave para alcanzarlas. Siempre pensamos que en el futuro estaremos mejor y justo por eso en el ahorro es fácil caer en la trampa de pensar que más adelante será un mejor momento para empezar.
No obstante, incluso si llegaras a la cima del éxito, siempre será importante contar con un ahorro para lo que se ofrezca o por si las cosas no terminan como esperabas.
Sesgo de “mejor que el promedio”. Una gran cantidad de nuestras conductas y comportamientos son sociales. Si las personas a nuestro alrededor van a determinados lugares, compran determinadas cosas o viven de cierta forma, nuestro objetivo suele ser igualarnos a esos patrones o, por lo menos, tratar de alcanzarlos.
Cuando notamos que las personas a nuestro alrededor saben menos sobre su afore que nosotros, pensamos ¡Ah, entonces no debo estar tan mal, seguro no es tan importante!”. Pero, es como decían nuestras mamás: “Si tus amigos se tiran por una ventana, ¿tú también te vas a aventar?”.
Fuente: Twitter @marinievesl