Un desafío que enfrenta la población es lograr una planeación adecuada de cómo y cuánto ahorrar a lo largo de su vida.
MÉXICO.- El principal motivo por el cual los mexicanos manifiestan no ahorrar es la falta de ingresos.
La capacidad de ahorro está íntimamente relacionada con el nivel de ingreso, pero también con las decisiones de consumo e inversión, las cuales dependen de las preferencias que los individuos tienen sobre la adquisición de bienes, sus metas y expectativas, además del contexto social y económico en el que se desarrollan. | pexels
De acuerdo con la serie de encuestas Ahorro y Futuro de la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore), 63% de los mexicanos indica que no le sobra dinero una vez cubiertos sus gastos personales o del hogar.
Sin embargo, hasta 55% de los trabajadores que perciben un salario mínimo manifiesta realizar algún tipo de ahorro, porcentaje que se incrementa con el ingreso hasta alcanzar más de 95% para individuos con ingresos superiores a 20 salarios mínimos. Este elocuente hecho nos hace pensar que ahorrar va mucho más allá del nivel de ingreso percibido.
La capacidad de ahorro está íntimamente relacionada con el nivel de ingreso, pero también con las decisiones de consumo e inversión, las cuales dependen de las preferencias que los individuos tienen sobre la adquisición de bienes, sus metas y expectativas, además del contexto social y económico en el que se desarrollan.
Aquí se muestran algunas acciones concretas para modificar conductas de consumo y previsión con fundamento en la Economía del Comportamiento (Behavioral Economics), que nos proporciona sólidas herramientas para permitir a los individuos incrementar su capacidad de ahorro.
- 1. Tomar decisiones de ahorro antes que decisiones de consumo. La modificación de conducta consiste en primero elegir cuánto ahorrar sobre cualquier ingreso y posteriormente asignar el consumo.
Este sencillo cambio permite eliminar la concepción del ahorro como una acción que se realiza sólo si hay un sobrante en lo asignado en el consumo.
- 2. Destinar porcentajes altos de cualquier ingreso adicional al ahorro. Los individuos no ajustan inmediatamente su nivel de consumo cuando reciben un ingreso adicional.
Esta situación ocurre, por ejemplo, cuando un trabajador recibe un aumento salarial. Sobre dicho aumento se debe asignar un porcentaje significativo con destino al ahorro, puesto que no ha sido asignado psicológicamente a ningún gasto.
Fuente: Amafore